¿Te has preguntado alguna vez si es posible «ver» más allá de lo que tus ojos te permiten? La Visión ExtraOcular (VEO) ofrece una perspectiva fascinante sobre las capacidades humanas, es fundamental para desarrollar y aumentar ciertas habilidades cognitivas. ¿Estará esto vinculado a la visión del “tercer ojo”, el ojo que todo lo ve?
En este artículo, exploraremos no sólo qué es esta enigmática habilidad, sino también cómo se puede activar mediante técnicas y ejercicios específicos. Prepárate para abrir tu mente a un mundo de posibilidades sensoriales que te sorprenderá.
¿Qué es la Visión Extraocular?
La visión extraocular es un tema altamente controversial y fascinante que ha intrigado tanto a expertos en medicina como a las personas que tienen una vida más espiritual. Se refiere a la capacidad de percibir objetos, colores y formas sin usar los ojos tradicionales.
Es decir, la visión no es meramente física, sino a través de medios no convencionales. En este contexto, una teoría ampliamente discutida es que lo que realmente se activa es la visión del tercer ojo. Éste, está vinculado con la glándula pineal, un pequeño órgano endocrino en el cerebro que ha sido objeto de mucho interés y especulación en diversas tradiciones espirituales y filosóficas.
Además, se cree que esta forma de visión está estrechamente relacionada con el hemisferio derecho del cerebro, el cual se asocia con las emociones, la creatividad y la percepción espacial.
Este concepto añade una capa adicional de misterio y espiritualidad al tema de la visión extraocular, ligando antiguas creencias y modernas especulaciones en un fascinante campo que desafía tanto la comprensión médica como la percepción sensorial convencional.
¿Quién puede Activar y Usar la Visión ExtraOcular?
Es increíble observar que, según algunas organizaciones que están enfocadas en el estudio y avance del uso de esta visión psíquica, los niños entre 6 y 13 años muestran una mayor predisposición para aprender y desarrollar habilidades relacionadas con la visión extraocular, específicamente a través del método VEO.
¿A qué se debe? Esta etapa de la vida, donde la imaginación y la apertura a nuevas experiencias son predominantes, facilita la conexión con esta peculiar forma de percepción.
Sin embargo, no todo queda en la infancia. Aunque pueda ser más desafiante, los adultos no están excluidos de la posibilidad de explorar y experimentar con esta habilidad. Es cuestión de conectarse con una mentalidad más abierta y flexible, similar a la de un niño.
Un aspecto intrigante es cómo nuestra biología cerebral influye en la activación de la visión extraocular. Se sugiere que está estrechamente relacionada con el hemisferio derecho del cerebro, vinculado a las emociones, la creatividad y la percepción espacial.
Contrariamente, un uso excesivo o predominante del hemisferio izquierdo, asociado con el pensamiento lógico y analítico, es el causante de «cerrar» o inhibir esta capacidad. Es como si nuestro cerebro tuviera la clave para equilibrar el mundo lógico con el mundo sensorial y creativo, y es nuestro reto aprender a navegar entre ambos.
¿Cómo puedo Aprender a tener Visión ExtraOcular?
Para aprender a desarrollar la visión extra ocular, se requiere de una práctica constante, al ser posible a temprana edad, y de la predisposición del individuo para crecer. Existen técnicas como la meditación, el yoga y la visualización que pueden ayudar a mejorar la sensibilidad y discernimiento de la energía que rodea al individuo, permitiendo una mayor percepción del mundo que lo rodea.
Es importante recordar que esto no se logra de la noche a la mañana, sino que requiere tiempo y dedicación, pero aquellos que lo logran disfrutan de un mundo más amplio y lleno de posibilidades.
¿Qué significa la Terapia VEO?
La terapia visual es un enfoque terapéutico en oftalmología pediátrica que busca mejorar las capacidades cognitivas y visuales de las personas a través de un entrenamiento específico. Esta técnica se aplica, generalmente, en niños de 6 a 13 años que mejoran su capacidad para leer, procesar información visual y enfocar correctamente los objetos, entre otras cosas.
El objetivo de la terapia visual es ayudar a los pacientes a alcanzar su máximo potencial.
¿Quién fue el Inventor de la Visión Extracorpórea?
La idea de la visión extraocular ha existido de alguna forma desde los aborígenes en tradiciones místicas y culturas antiguas, a menudo mezclada con conceptos espirituales o sobrenaturales.
No hay un «descubridor» en sí de este tipo de visión, pero sí alguien que fue pionero en aplicar un método para desarrollar esta capacidad oculta en nosotros: el mexicano José Luis Altamirano, quien puso en práctica esta metodología al vendar los ojos de los niños y permitirles seguir viendo.
Esta técnica se ha convertido en una herramienta valiosa para la exploración de la conciencia y la percepción más allá de los límites del cuerpo físico. A partir de su creación, se han desarrollado diversas prácticas y técnicas basadas en la Visión Extra Ocular para fines terapéuticos, espirituales y de autoconocimiento.
Técnicas para Activar tu Visión ExtraOcular
Aunque hoy día la ciencia no es capaz de comprender en su totalidad este tipo de visión extrasensorial, hay diversas prácticas sugeridas para activar la visión extraocular:
- Meditación y Mindfulness: Se dice que la concentración mental podría ayudar en la activación.
- Prácticas Energéticas: Algunos sugieren que el manejo de la «energía vital» podría estar relacionado.
- Ejercicios Sensoriales: Estos ejercicios consisten en intentar percibir el entorno mientras se está vendado, aunque su efectividad es altamente cuestionable.
Beneficios Secretos al Activar la Visión ExtraOcular (VEO)
Aunque carece de fundamentos científicos firmes, se afirma que la visión extraocular podría ofrecer varios beneficios:
- Mayor Conciencia Espacial: Quienes dicen poseer esta habilidad sugieren que permite una mayor conciencia del entorno. Además, la activación de la visión extraocular mejora la percepción del espacio, lo que puede ser útil tanto para actividades cotidianas como para tareas que requieren una mayor precisión, como la conducción o la navegación.
- Desarrollo Espiritual: A menudo se relaciona con experiencias espirituales y de autoconciencia.
- Sin Limitaciones de Ángulo o Luz: Teóricamente, permitiría «ver» sin depender de las condiciones de luz o de la orientación de los «ojos».
Entre los posibles beneficios que se sugieren para la visión extraocular, no podemos pasar por alto las implicaciones que podría tener para el desarrollo y bienestar de los niños. Además de una mayor conciencia espacial y un supuesto desarrollo espiritual, el estímulo del hemisferio derecho del cerebro también podría conllevar a mejoras en la conducta infantil.
Mejoras Conductuales en Niños
Los niños que practican y desarrollan habilidades en la visión extraocular muestran, según algunas afirmaciones, una conducta notablemente mejorada. Se tornan más cariñosos, fraternales y empáticos, lo que podría atribuirse a la estimulación del hemisferio derecho, relacionado con las emociones y las relaciones sociales.
Estímulo de la Creatividad
Al utilizar más activamente el hemisferio derecho del cerebro, se abre la puerta a una mayor creatividad. Esto se manifiesta en diferentes ámbitos artísticos como la pintura y la lectura. Al estar más en sintonía con su lado creativo, los niños también experimentan un incremento en su capacidad para imaginar, crear y expresarse.
Mejora en Deportes
Sorprendentemente, algunas fuentes sugieren que la visión extraocular también podría mejorar las habilidades deportivas. Al contar con una mayor conciencia espacial y una percepción más afinada, las habilidades motoras y la coordinación podrían beneficiarse, lo que resultaría en un rendimiento deportivo optimizado.
La visión extraocular es un tema de debate y controversia que, sin duda, continuará generando curiosidad y preguntas a los más escépticos, y es que sin poder demostrarse científicamente, salta a la vista su evidencia y los beneficios que genera.